Tener agua blanquecina en la piscina no es una experiencia desagradable a la hora de tomar un baño. Por ello, se debe prestar especial atención a lo que vaya ocurriendo con la calidad del agua de la piscina, principalmente cuando se utiliza a diario y no se encuentren los momentos para darle el tratamiento adecuado.
Pero… ¿cuál es motivo y cómo se debe tratar el agua para evitar que se enturbie o se vea agua verde en la piscina?
Hay distintas tareas que se deben realizar para contrarrestar este fenómeno y así disfrutar del agua de la piscina cristalina y segura.
Razones por las que el agua de la piscina se pone blanquecina
Son distintas las causas por las que la piscina se pone blanquecina.
Una de las posibilidades de que esto ocurra es que la formación de depósitos de calcio sea elevada. Por variedad de razones, el calcio del agua se satura formando pequeñas partículas suspendidas en el agua que terminan por generar el indeseado aspecto blanquecino.
También puede ser que no hayamos realizado adecuadamente el proceso de equilibrio del pH del agua, como causa de un agua de piscina blanquecina teniendo en cuenta que el pH tiene un efecto directo en la calidad del agua.
Porque si éste está desequilibrado o atraviesa variaciones significativas, posiblemente el agua de la piscina se ponga lechosa. Para evitar esto, es esencial mantener un pH a un nivel adecuado para otorgarle calidad al agua y evitar que se haga blanca.
Controlar siempre el nivel de cloro también es sumamente importante para combatir el fenómeno de agua blanquecina.
Del mismo modo que el pH desequilibrado puede ser causando de esto, el nivel de cloro de la piscina también contribuye a la calidad del agua.
No hacer una correcta dosificación de ambos productos puede hacer que el agua de la piscina se enturbie o se transforme en color lechoso.
De ahí surge también la importancia de mantener de forma optima el nivel de cloro, equilibrando su cantidad para que no se pase de los rangos deseables para la estabilidad del agua.
Cómo aclarar el agua blanquecina de mi piscina paso a paso
Hay distintas tareas a poner en marcha para revertir ese color blanquecino del agua de la piscina.
Por eso, en este paso a paso se destacan las acciones fundamentales de prevención para mantener alejada esa posibilidad y, por el contrario, potenciar su durabilidad y tener la piscina siempre limpia, clara y saludable en épocas de uso intenso como en el verano y por periodos más prolongados.
No obstante, siempre será mejor hacer una buena tarea de prevención que no de lugar a esta instancia, donde recuperar el estado más puro del agua puede ser un proceso engorroso que no siempre tiene el éxito esperado y se termine por abandonar las acciones.
Esto puede causar no solo frustración por no poder conseguir el resultado sino que además no permita el uso inmediato de la piscina en los momentos en los que el calor es agobiante y es deseable poder darse un baño, recibir visitas para compartir el momento con amigos o la familia.
Estas tareas son:
- Ajustar y equilibrar el pH. Lo primero e importante para recuperar el agua blanquecina de la piscina es reajustar el pH y equilibrarlo alrededor de los valores ideales, es decir, entre 7,2 y 7,4.
- Limpiar los filtros de la piscina. Para acompañar el proceso será conveniente la limpieza de los filtros y considerar un mantenimiento más seguido de los mismos para contrarrestar la situación.
- Usar clarificador. Efectuar un tratamiento con un clarificador se vuelve imprescindible para revetir eficazmente el agua blanquecina de la piscina. Esto, sumado a la filtración realizada y limpieza general, permitirá recuperar un agua cristalina, lista para el baño nuevamente.
- Ayuda de un profesional. Recurrir a un profesional de piscina es una buena opción y válida para el problema con el agua blanquecina. El precio para realizar este trabajo ronda los 300 y 400 euros. Se trata de un inversión a tener en cuenta a la hora pensar todos los pasos a seguir para recuperar la salud del agua cuando el tiempo apremia o las cosas no salen como se espera.
Cómo evitar que el agua vuelva a ser blanquecina
Las formas de prevención para cuidar que el agua no se torne blanquecina son clave a seguir si se busca tener la piscina en condiciones a toda hora y así evitar sorpresas desagradables como encontrarse con ese color turbio del agua justo antes de tomar un baño recreativo.
- Niveles de pH y de cloro adecuados. Es imprescindible, como lo expuesto anteriormente, que la calidad y combinación de estos productos esté sumamente equilibrado para que el agua de la piscina siempre sea saludable. Para tener a raya y regulados estos niveles hay que controlarlos de forma regular asegurando que no se salgan del rango establecido.
- Cambios de filtro. Otra acción esencial es cuidar los tiempos de cambio de filtro para bajar la posibilidad de que el agua de la piscina se haga blanquecina. Además de aprovechar de un agua más cristalina, esto le da durabilidad en general. El cambio de filtros implica también una limpieza y colabora con que la filtración sea aún más efectiva si se puede echar floculante en la piscina a tratar. Este producto es de gran ayuda contra los residuos y colabora con el filtro para poder desecharlos.
- Ablandador del agua. Muchas veces es algo a lo que no se presta demasiada atención, pero la dureza del agua también cuenta en el proceso de cuidado de la piscina. Si bien depende de la región donde se viva, en general un agua de piscina blanquecina viene de una alta concentración de partículas calcáreas suspendidas en el agua, que suelen ser por el tipo de agua con la que se cuente en el sistema de red. Por eso, instalar un ablandador de agua es lo mejor para evitar que el agua de la piscina se vuelva blanquecina. Esto proporciona agua de mejor calidad todos los días dejando la piscina lista para usarla en cualquier momento.
¿Y si el problema perdura?
Puede ocurrir que todo lo realizado no funcione y el agua siga blanquecina, lo que evidencia que el resultado no ha sido positivo.
En ese caso, es necesario recurrir a uso de floculantes. Este producto colaborará con la limpieza de manera más que efectiva, a través de un proceso químico con el cual aumenta el tamaño de las partículas en suspensión en el agua, provocando que éstas decanten de manera progresiva en el fondo de la piscina, acumulándolas de tal manera que sea más fácil de limpiar y eliminar.
Para ello, utilizar un limpiafondo terminará de eliminar las partículas que provocan que el agua de la piscina esté blanca o turbia, generando ese aspecto tan desagradable que no permite un baño relajante al momento de utilizar la piscina.
En el mercado hay diferentes presentaciones del floculante que se pueden encontrar: los hay en forma de pastillas, tabletas y en polvo o granulados.
Siempre es útil hacer una consulta a un profesional de la piscina, prestar atención a las sugerencias que se informan en las etiquetas del envase del floculante, o incluso acudir con un vendedor, que en general tiene información sobre el producto a la venta, para conocer cuál es el más conveniente de acuerdo al tipo de piscina que se tenga.